No hay un enfoque terapéutico único que se pueda considerar como el «mejor» para todas las parejas, ya que cada relación es única y requiere un enfoque personalizado. Sin embargo, existen varios enfoques terapéuticos ampliamente utilizados y respaldados por la investigación para trabajar con parejas. Algunos de los enfoques terapéuticos que seguimos incluyen:

1. Terapia cognitivo-conductual (TCC) para parejas: Este enfoque se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos o dañinos que contribuyen a los problemas de la relación. La terapia se enfoca en mejorar la comunicación, resolver conflictos y desarrollar habilidades de resolución de problemas.

2. Terapia sistémica: La terapia sistémica considera a la pareja como un sistema interdependiente y se enfoca en cómo los patrones de interacción y comunicación afectan la dinámica de la relación. El terapeuta trabaja con la pareja para identificar y cambiar los patrones disfuncionales y promover una interacción más saludable.

3. Enfoque centrado en las emociones: Este enfoque terapéutico se centra en ayudar a las parejas a comprender y gestionar sus emociones de manera más efectiva. El terapeuta ayuda a las parejas a explorar y expresar sus emociones subyacentes, lo que puede mejorar la intimidad y la conexión emocional en la relación.

4. Terapia narrativa: La terapia narrativa se centra en ayudar a las parejas a reconstruir y reinterpretar las historias que se cuentan sobre sí mismas y su relación. Los terapeutas trabajan con las parejas para cambiar las narrativas negativas y fomentar narrativas más positivas y empoderadoras.

Es importante destacar que la elección del enfoque terapéutico dependerá de la naturaleza de los problemas de la pareja, las preferencias individuales y la formación y experiencia del terapeuta. Lo más importante es encontrar un terapeuta de pareja capacitado y con experiencia, y establecer una buena relación terapéutica en la que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos y comprendidos.